proyecto solymar: diciembre 2007

la ciudad de la costa tiene recorridos invisibles. nosotros hicimos visible uno. desde la idea de realizar una recorrida dejándonos llevar por el lugar (la deriva situacionista, guy debord), nos trazamos un recorrido desde luna nueva hacia el club el queso, pasando por toque-café y llegando a la playa. armamos un nuevo mapa de nuestras sensaciones. micro-mundos de bichos e insectos, jardines super producidos, el esqueleto de ballena en un jardín, los charcos... otras miradas. en ese grupo iban jimena, julio, victoria, marianela (la cubana), rosmary (que le dicen florencia), seida, el gato, laura, daniel, flo, maga y may. comienza a surgir la idea de ofrecer el recorrido a otros, como una guía del lugar, con sus relatos. aparece la historia de la ballena que contó seida, victoria menciona la piedra de marquez castro, creamos una imagen del mapa y felipe se encendió con los relatos turísticos de cada punto (ver en la columna "registros" recorridos de solymar). maga hasta mostró donde es que se pierde siempre. el gato y may mostraron donde está killer (el perro atado del gato... que raro), juana y valentín (los perros de may) que pasan todos los días por ahí. trajimos muchas más historias, la del viejo artigas, las del cementerio, ¿que otras más?

proyecto solymar es un proyecto de extensión universitaria. magalí pastorino y may puchet lo crearon en enero de 2007 y lo llamaron: "solymar I: intervención para la conformación de ámbitos de apropiación y uso de la ciudad desde herramientas artísticas y de gestión cultural con jóvenes de la ciudad de la costa". fue aprobado en el mes de julio por la comisión sectorial de extensión y actividades en el medio de la universidad de la república y respaldado por la escuela nacional de bellas artes. se comenzó a coordinar la primera etapa con el equipo universitario que acompaña este proceso: laura, florencia, sebastián, marcelo, daniel, felipe y diego. ellos son de la facultad de psicología y sostienen el trabajo del grupo. la ong luna nueva nos recibe en su casa en uruguay y summer en solymar a la altura del km. 23 de giannattasio, este lugar se convirtió en nuestra sede. comuna canaria joven también apoya. toque café, un lugar hermoso en la bajada 25 de la rambla costanera, es otro punto de apoyo y encuentro. las primeras acciones reunieron a un lindo grupo dando inicio a la creación de cartografías y recorridos (ver en la columna "registros" -cartografías y recorridos-). también realizamos algunas intervenciones con la red joven de la comuna canaria. otra parte de la historia sucedió en el liceo 1 de solymar con un grupo de estudiantes de bellas artes trabajando su experiencia en extensión, que junto a estudiantes del bachillerato artístico se reunieron para hacer talleres de foto, acción, barro, mural, clown... (ver más abajo: "El liceo 1 de Solymar"). en octubre organizamos una charla sobre gestión cultural a cargo de manuel esmoris en toque café (nos hicieron una nota en la diaria canelones con un título horrible). en noviembre se juntaron muchas ideas. en luna nueva, que sigue siendo la sede, se encontraron el negro bruno, paco, el gato nico, serrana, verónica, florencia y los proyectos tomaron sol. organizamos una jornada para pintar los muros del viejo local zorba (está en la bajada 21, es un lugar enorme y muy conocido en la zona, muchos toques y bailes se recuerdan por ahí). así se armó el evento el domingo 23 de diciembre: pintada de muro, taller de clown, taller de stencil, intervención en la arena y living interactivo. seguimos trabajando ideas con el grupo de producción artística que se reúne todos los domingos de verano a las 17 hs. en luna nueva (al lado de la escuela). lo que está previsto entre otras acciones, es un taller de fotografía para la concreción de un proyecto sobre nuevos recorridos (artefacto mural). otras ideas se están proyectando en cuanto a intervenciones en la zona.

El liceo 1 de Solymar: un entrecruce de fulgores

Les quería contar sobre una experiencia de labor colectiva entre estudiantes de Bellas Artes y estudiantes del Liceo 1 de Solymar.Mi intención no es narrarles LA HISTORIA, sólo la que me tocó presenciar. Los demás compañeros evocados tendrán sus muchas historias en relación a este encuentro al que aludo.Sabiendo esto de antemano, podríamos empezar diciendo que ante la exploración que hicimos con May el verano pasado en la zona de Lagomar, Solymar, Parque y Lomas de Solymar para armar un proyecto de extensión universitaria, se produjo la posibilidad y el deseo de conformar un equipo de trabajo con estudiantes de Bellas Artes para apuntalar dicho proyecto. Estudiantes comprometidos para embarcarse en la saludable aventura de involucrarse en la comunidad de Solymar con las herramientas artísticas y docentes que a través de nuestra formación en arte vamos adquiriendo, en una labor colectiva de enseñanza activa.Con más ganas que dineros, con más expectativas que juicios categóricos y muchas ideas que compartir con respecto al papel fundamental del arte en y por la comunidad (como-una-unidad conformada por miradas diferentes) nos pusimos a diseñar estrategias para la elaboración del proyecto.Pero un proyecto sin el conocimiento de a quiénes se dirige, en dónde se desarrollará, y lo que se siente en ese lugar al habitarlo, es impensable. Porque caer en paracaidas en una comunidad, bajo el pretexto del conocimiento de experto, es fortalecer más a la desintegración del entramado social y al desmantelamiento de los vínculos que deja de propiciar el desarrollo integral en la comunidad. En este sentido, nos sentimos parte de la red cultural que vamos tejiendo cotidianamente en la zona que habitamos con nuestros modos diversos de pensar, sentir y actuar.La cuestión es que Marcela, Sandra, Diego, Lucía, Héctor, Nelio, Tiqui, Pablo y otros compañeros tomaron la posta y se fueron a conocer la zona, unos a visitarla y otros a re-visitarlas. Solymar es uno de los lugares más cercanos para el montevideano, casi que no se siente fuera del límite departamental. Muchos en algún momento de su vida optaron por alquilar allí, donde es más barato y se siente vivir en conexión con la naturaleza. Para muchos, la costa es el paraíso para criar sus niños, otros entienden que es allí el lugar privilegiado para sostener una vida acelerada sin angustias.Estas excursiones promovieron la curiosidad sobre los jóvenes y sus intereses, el problema de los humedales en la costa y su influencia ecológica, el desarrollo de la producción artesanal y artística; un montón de significados comenzó a englobar aquello que antes sólo era un balneario, una playa de verano.De allí a la primer entrevista con las instituciones sociales y culturales fue un tris. Recuerdo la llamada al liceo de Solymar para concretar un acercamiento con los jóvenes y una entrevista con la directora. La comunicación fue tan fluida y afirmativa que no lo podían creer. Allí encontraron una clave para comprender cómo es el vínculo en Solymar.Históricamente Solymar nace a través de la gestión colectiva de los vecinos de la zona. En reuniones de Comisiones Fomento se generaron las comodidades que hay actualmente en la zona. En tiempos de pésima administración política y económica de Canelones, el único recurso que tuvieron los vecinos fueron sus esfuerzos en común, la ayuda mutua.Claro, hoy tras un decreto-Ley aparece como Ciudad de la Costa, pero es muy difícil no percibir la diversidad de cada zona que se la da la misma impronta creativa de sus vecinos co-creando el lugar que habitaban.Las primeras incursiones en el liceo y sus entornos se dieron al mismo tiempo con el diseño del proyecto. Allí, conversando con los chiquilines y los vecinos entendieron que había algo para fortalecer allí, con ellos, y mucho que aprender, también allí y con ellos.La cuestión del bachillerato artístico tuvo gran resonancia en el grupo de estudiantes de Bellas Artes. No se podía concebir la enseñanza en arte dentro de un aula común a otras "materias", ¿dónde se integraba el taller para experimentar? Las condiciones espaciales tuvieron que cambiar para dar paso al taller. Nelio y Sebastián se encargaron de encerrar el laboratorio de química en una caja que posibilitara la labor fotográfica. Sandra, Diego y Héctor transformaron un aula en un taller de cerámica. Lucía y Marcela, el pequeño salón de gimnasia. Pablo, no tuvo más remedio que juntarse con los chicos en el corredor frente al muro que iban a ensayar el mural. Y claro, que luego el cierre, Marcela compartió con los estudiantes una propuesta sobre land-art en la playa.Todo esto fue en primavera. Durante varias semanas se llevaron adelante los talleres de cerámica, fotografía, mural, intervención y performance . De allí, aprendimos mucho sobre la sensibilidad del jóven "solymareño". Compartimos sueños, ideas, ganas de hacer por un bien en común y también descubrir en cada uno de nosotros a alguien diferente que puede aportar significativamente en esto de ejercitarse en técnicas artísticas y desarrollar una mirada estética hacia el mundo de la vida, el que compartimos. Y allí conocimos a Pako, a Bruno, a Verónica, a Pavel, Pablo y Diego, y nos enganchamos en seguirla en otra parte, corriendo de boca en boca, las ganas de juntarnos para hacer algo que dejara marcas en los recorridos diarios. Y hoy, estamos juntándonos en Luna Nueva, para seguir pensando el lugar que habitamos, lo que nos gusta de él y lo que no, lo que podemos cambiar y lo que nos efectúa en cada uno de nosotros en este proceso de aprendizaje.